Cuidados: Alimentación de un caballo enfermo
Alimentación de un caballo enfermo
Los caballos a menudo están inapetentes después de una enfermedad ligera, lesiones o trabajo excesivamente fuerte. El proporcionarles una dieta más palatable, junto con una suplementación oral o parenteral de vitaminas del complejo B, puede aumentar el interés del caballo en el alimento y permitirle recuperar su apetito.
La recuperación y salud de los caballos que sufren de traumatismos, infecciones o enfermedades de órganos específicos, se acelerará por medio de dietas especialmente formuladas. Las dietas formuladas para caballos enfermos deben ser digestibles y altamente palatables (buen sabor que les abra el apetito) además de muy ricas en nutrientes disponibles, a cubrir las necesidades específicas del animal, pero sin pasarse ya que podría originar complicaciones como laminitis o diarreas durante la fase de recuperación. También se deben complementar con una proporción adecuada de complejo vitamínico. Las manzanas y zanahorias cortadas pueden ser útiles para recuperar el interés en la alimentación y en caso de caballos totalmente inapetentes, se necesita forzar el alimento utilizando sonda nasogástrica y administrando el alimento humedecido y molido.
Las dietas pueden formularse para:
- un soporte nutricional completo
- la suplementación parcial
dependiendo del apetito del caballo y habilidad para comer y digerir el alimento.
Son dietas especiales calculadas para una media de peso de 450 kg y para tratamientos a corto plazo. Se pueden ajustar a cada caballo en particular.
ENGORDAR A UN CABALLO DE BAJO PESO:
Las tres causas más comunes de mala condición en caballos son las cargas parasitarias severas, problemas de dientes y cantidades inadecuadas o mala calidad de los alimentos. Las comidas interrumpidas por vicios, como la aerofagia o «tragadores de aire» pueden ocasionar un desarrollo deficiente a pesar de una ración adecuada, los gustos y disgustos individuales de un caballo pueden afectar al apetito y aceptación del alimento. La posición dentro de la jerarquía de un grupo de caballos pastando puede afectar el consumo. El retiro rápido de raciones altas en energía cuando un caballo acaba de terminar el entrenamiento puede suponer una pérdida significativa de peso en 7 a 10 días.
Una vez reconocida la causa, la pérdida de peso puede ser remediada, un aumento escalonado en la calidad y cantidad de la ración, complementado por ejercicio apropiado, ayudará a la recuperación.
PUNTO CLAVE La mejoría en la salud y condición debe ser progresiva e ir en aumento en un periodo de 6 a 8 semanas para evitar problemas metabólicos y digestivos.
REDUCIENDO EL PESO DE UN CABALLO GORDO:
La restricción en la dieta y el ejercicio controlado pueden usarse para reducir el peso corporal en un caballo obeso. La obesidad es un problema común en caballos con raciones que exceden las necesidades de energía y ejercicio.
Es mejor proporcionar alimentos bajos en energía y agua, con proteína, vitaminas, minerales y electrólitos adecuados, combinado con ejercicio controlado.
A los caballos no debe negárseles el alimento, porque esto puede ocasionar deficiencias importantes. Los ponys y algunos PSI son especialmente susceptibles.
En caballos con acceso a pastos de buena calidad, el restringir el pastoreo a 30 minutos cada mañana y noche, proporcionando 250 g de heno de cereal con baja energía por 100 kg de peso corporal en la noche para prevenir el aburrimiento, es efectivo cuando se complementa con 10 a 20 minutos de ejercicio diario al trote y galope suave con silla o a la cuerda. Los boxes deben de ser de cama no comestible.
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