El botiquín de cuadra y de ruta

EL BOTIQUÍN DE CUADRA Y DE RUTA
El botiquín de cuadra
En todas las cuadras debe haber un botiquín dotado de una serie de artículos básicos e indispensables para poder proceder en un primer momento a auxilios de emergencia.
INSTRUMENTAL BÁSICO:
- Termómetro.
- Pinzas para examen de cascos y limpiacascos
- Tijeras (curvas y rectas)
- Jeringa de 50-100 mi., para hacer lavados, y una sonda de goma que se pueda ajustar
- Jeringas desechables: 10 mi, 20 mi.
- Agujas desechables: 1,20×40 mm.
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- 0,9×40 mm.
- 0,9×25 mm.
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- Guantes estériles y guantes largos de palpación rectal.
- Sonda de goma para estómago (mínimo de 2 metros de larga)
- Torcedor, acial o puro
Cura de heridas:
- Algodón (en rollo).
- Gasas.
- Vendas de gasa grandes, elásticas, adhesivas,…
- Esparadrapo
MEDICAMENTOS:
- Alcohol. Agua oxigenada
- Yodo (Betadine antiséptico y Betadine de lavado quirúrgico).
- Antibióticos de amplio espectro: Penicilina
- Antibióticos tópicos: Pomada de Nitrofurazona (Furacin)
- Corticoides: Resdex
- AINEs:
- Fenilbultazona inyectable (Butasyl) o sobres EQ-Zona.
- Flunixin-meglumine (Finadyne)
- DMSO
- Antiinflamatorios tópicos: Tensolvet gel
- Tranquilizantes: Detomidina, Calmo-neosan
- Suero antitetánico.
- Complejo vitamínico B (B1, B6, B12) (Catosal)
- Suero Ringer L. Vía y catéteres
- Antiparasitarios internos:
- Equalán
- Telmin plus
- Panacur
El número de teléfono del Veterinario y de nuestro médico debe estar a la vista y todo el mundo debe saber dónde está.
El Botiquín debe estar siempre limpio y ordenado.
El botiquín de ruta
Si nos preguntamos qué llevar en un equipo de primeros auxilios, deberemos respondernos que esto dependerá del tipo de viaje, la longitud del viaje, la distancia a una disponibilidad veterinaria, y del espacio disponible en las alforjas o cestos.
La lesión más común durante el paseo a caballo en campo a través son las laceraciones o heridas por perforación, normalmente en las extremidades. Algo de material de vendaje y cremas antibióticas es todo lo que se necesita para tratar estas lesiones hasta que pueda disponerse de atención veterinaria.
El Furacin ha sido siempre lo más utilizado en caballos. Un pequeño frasco con una preparación de Furacin, unas almohadillas de felpa o cualquier otro tipo de preparaciones no adhesivas, y unas vendas elásticas adhesivas son todo que requiere.
Si la lesión es fresca y limpia, no la lave, sólo aplique una copiosa cantidad de Furacin, tápela con una almohadilla de felpa y vende la extremidad, tapando un área suficientemente ancha para no ejercer una presión demasiado grande en un área pequeña, lo que tendría un efecto de torniquete. Si la herida está sucia, lávela cuidadosamente con agua limpia. Si puede ver o sentir un cuerpo extraño- una astilla o una piedra- quítela con cuidado. No sondee demasiado en la herida con sus dedos sucios. Probablemente sólo logre empujar tierra y otros materiales contaminantes más profundamente en la herida. Si la herida está cerca de una articulación y parece ser honda, mantenga sus «sucias patas» fuera. Si se perfora la cápsula alrededor de la articulación, ésta es una lesión abierta de la articulación y es una emergencia. Un retraso de un día o dos pueden significar la pérdida del caballo debido a una dolorosa artritis séptica. Caballos con estas heridas requieren atención veterinaria inmediata, que normalmente conlleva el lavar la articulación con fluidos estériles y una terapia antibiótica intensiva.
En el momento de la lesión, tape la herida con la preparación de Furacin y véndela para prevenir una mayor lesión y la contaminación de la herida. Los caballos con lesiones abiertas de la articulación normalmente desarrollarán un grado creciente de laminitis tras la lesión. Unos caballos son más estoicos que otros, así que el dolor no es siempre una buena manera de decir si la lesión penetró de hecho en la articulación. Una vez que la articulación es penetrada por un objeto extraño, como una astilla, alambre, o un pedazo de piedra; la infección bacteriana que de ello resulta produce toxinas que van destruyendo el cartílago que almohadillan los huesos cuando el caballo se mueve. Cuando un cartílago ha sido dañado, nunca vuelve a su estado original y el daño es grande, el hueso roza con el hueso y el resultado es una artritis degenerativa y el caballo quedaría cojo.
Una infección de la articulación no tratada puede llevar también a una infección del hueso llamada osteomielitis, que puede ser casi imposible de tratar aún con una terapia extensiva antibiótica. Cuando se monta en el monte o en campo se puede ver fácilmente que el caballo tiene muchas oportunidades de dañar sus extremidades y articulaciones, sobre todo los menudillos son muy vulnerables. Una perforación de una profundidad de 10 mm (1 cm) delante del menudillo es todo lo que se necesita para tener una lesión abierta de la articulación en esa área.
Hay otras lesiones que pueden ocurrir en el cuerpo superior y la cabeza, aunque éstas normalmente no son tan serias come las lesiones de extremidades. Para manejar estas heridas es bueno llevar un antibiótico de tipo tópico. Las lesiones de cabeza pueden ser a menudo suturadas hasta días después de que ocurriera la lesión.
Son comunes las lesiones del pie. Las penetraciones de la planta del pie por astillas de madera o piedras y las lesiones de ranilla son problemas que deben tener atención veterinaria debido a la proximidad al hueso del navicular y al tendón del flexor profundo bajo la ranilla. En el momento en que se produce la herida hay que quitar los cuerpos extraños y aplicar una preparación antibiótica y vendar.
A veces algunos caballos mueven los pies al intentar retirar una rama o piedra que se ha introducido en el casco y al hacerlo se rompe la porción quedando la parte principal incrustada profundamente bajo el casco, quedando cojos. Necesitan atención veterinaria lo más pronto posible. A veces hay que quitar una porción del casco, pero crecerá de nuevo y si la articulación no fue dañada, el caballo quedará bien al cabo de unas semanas.
Si se está en algún lugar remoto a días de un veterinario, es bueno llevar algo de penicilina y Butazoldin. La penicilina es necesaria para controlar la infección en el caso de una lesión y la «buta» para reducir la inflamación. Normalmente la penicilina debe guardarse refrigerada, pero mantendrá su potencia unos 40 días a temperatura ambiente, así que se puede guardar con otros artículos de primeros auxilios durante este tiempo. Como la vacuna del tétanos si debe estar refrigerada, es más práctico asegurarse de que su caballo esté al corriente de la protección contra el tétanos antes de salir de viaje que llevarla con uno.
Cuando se asume el hacer viajes largos hay que asumir también que algunos caballos podrían llegar a tener un cólico. Hay drogas que pueden ayudar a controlar los dolorosos síntomas hasta que se pueda obtener ayuda veterinaria.
En resumen, con un botiquín con preparados para sutura, vendas, antibióticos, y Butazoldin se pueden manejar la mayoría de las situaciones. En áreas remotas se haría necesario el añadir drogas para controlar los dolores del cólico.
CONSEJO ESGA: planee su equipo con ayuda de su veterinario.
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