Primeros auxilios. Cascos, llagas y rozaduras

Principales causas de primeros auxilios. Cascos, llagas y rozaduras
LESIONES EN LOS CASCOS
Las lesiones en los cascos son muy frecuentes y suelen provocar cojeras repentinas y muy agudas. Pueden ser debidas a piedras afiladas, clavos, cristales, … Después de limpiarlo observaremos la palma y quitaremos cualquier cuerpo extraño que pudiera haber. Si sangra lo ducharemos con manguera, lo taparemos con un apósito y vendaremos mientras esperamos al veterinario. Es importante detectar el punto de penetración.
Los objetos duros y romos suelen producir dolor y cojera, pero no dejan huellas externas.
Las contusiones y los alcances son dolorosos y molestos. Bastará con limpiar bien la zona afectada poniendo sulfato de magnesio con glicerina o una cataplasma con animalintex durante 3 días como máximo. Si hay un corte profundo es necesario llamar al veterinario.
Las heridas en las cuartillas suelen ser dolorosas y difíciles de curar, porque cada vez que el caballo se mueve, se vuelven a abrir. Hay que limpiar bien la herida al menos dos veces al día, si en tres días no ha habido mejora o la herida es muy profunda habrá que llamar al veterinario.
Los abscesos producidos por una contusión o penetración de algún objeto en la palma pueden llegar a ser muy dolorosos y difíciles de localizar. La dilatación de la vena que pasa por dentro de la extremidad antes de dividirse para pasar por cada lado del menudillo y la presencia en la misma de pulsaciones muy fuertes, puede ser indicativo de absceso. Se pueden colocar cataplasmas de sucraine (azúcar + betadine) y el veterinario hará un corte para que drene el pus.
LLAGAS Y ROZADURAS
Puede que las llagas y rozaduras en sí mismas no sean graves, pero si no se tratan pueden llegar a originar todo tipo de trastornos. El dorso del caballo es especialmente proclive a las rozaduras, debido a monturas mal colocadas, peso mal repartido del jinete o cruces huesudas y prominentes. También es propensa a rozaduras la zona de la cincha, sobre todo en animales que tienen la piel sensible.
Debemos asegurarnos de que el equipo vaya bien a nuestro caballo y que sea cómodo para él, con el cuero flexible limpio y suave. Hay protectores de cruz especiales para aquellos que lo requieren, revisar que estén limpios, sin restos de barro o arena.
Para tratar una rozadura, primero la limpiaremos con una solución tibia salina (suero fisiológico), betadine y alguna pomada antibiótica y cicatrizante.
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