Anatomía – El esqueleto del caballo
EL ESQUELETO DEL CABALLO
El cuerpo de los equinos es un mecanismo complejo. Su estructura corporal está compuesta por: esqueleto, músculos, aparatos, sistemas y tegumentos. Por su morfología se los considera atletas naturales, y esa es la condición que les ha permitido sobrevivir, en su momento, como animal salvaje.
El esqueleto del caballo se compone aproximadamente por 210 huesos sin contar los de la cola. Se distinguen el esqueleto axial, que comprende los huesos de la cabeza, la columna vertebral, las costillas y el esternón, y el apendicular que comprende los huesos de las extremidades anteriores y posteriores. Además, se clasifican en largos, cortos, planos e irregulares.
Su función es proteger a los órganos internos, proporcionar sostén a los músculos, producir células sanguíneas en la médula ósea (tuétano) y dar movilidad al caballo.
Los huesos se unen mediante las articulaciones que están recubiertas por el cartílago. El cartílago está compuesto por una sustancia que lo hace más blando que el hueso y puede compensar los efectos del desgaste. Rodeando la articulación, donde se produce la unión de los huesos, está la cápsula que produce el líquido sinovial que lubrica las superficies de las articulaciones y refuerza los ligamentos, bandas fibrosas que unen los huesos de ambos lados de la articulación. Los músculos se unen a los huesos por medio de los tendones.
Columna vertebral
La columna vertebral del caballo es de suma importancia, porque aparte de configurar el esqueleto y sostener la carga, también discurre un canal donde se sitúa la médula espinal que conexiona el cerebro con los distintos órganos y estructuras.
En el caballo podemos distinguir cuatro regiones en la columna vertebral: columna cervical (cuello, 7 vértebras), columna dorsal (torácica, 18 vértebras, aunque también pueden ser 17 o 19), columna lumbar (lomo, 6 vértebras o en algunos caballos 5), columna sacra (grupa, 7 vértebras) y columna coxígea (cola, lo habitual es que esté formada por 18).
Cuello
La estructura ósea del cuello o región cervical es muy importante porque es la que da movilidad al cuello del caballo y muestra su actitud.
La 1ª vértebra se llama atlas y se une al cráneo. Es la que da flexión a la nuca del caballo que resulta fundamental cuando el jinete dirige al caballo en cualquier trabajo. La 2ª vértebra, llamada axis se articula con el atlas y permite los movimientos laterales del cuello.
Dorso
Las vértebras torácicas o dorsales tienen menos movilidad y forman parte del armazón del tórax (columna, costillas y esternón). Es una zona muy importante porque es donde se coloca la montura y una mala colocación puede provocar dolor y un comportamiento anómalo en el caballo. Al final de la columna dorsal encontramos la región lumbar, situada en la parte que queda entre la montura y la grupa. Esta zona también es llamada en ocasiones dorso y es de más movilidad que la columna torácica o sacra. Mantiene conexión con la columna cervical porque un caballo con una mala disposición de cuello no trabaja bien la musculatura lumbar.
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